Los ancianos cuentan en la residencia de mayores con todos los recursos necesarios para que su salud y bienestar no se resientan. Generalmente, las personas mayores que ingresan en una residencia viven a cierta distancia de sus familiares y han pasado por el sistema sanitario en los meses previos a su entrada en ella.
Se trata, por lo tanto, de personas que requieren los máximos cuidados y una especial atención a su estado físico. En este aspecto, son fundamentales los recursos humanos de la residencia y los medios técnicos a disposición de sus empleados.
Por lo que respecta a los primeros, nuestro centro persigue un tratamiento profesional y profundamente humano. De hecho, una persona clave en nuestra plantilla es nuestar fisioterapeuta Ester Gargallo. Una persona con altos conocimientos técnicos sobre el estado físico de los pacientes y que cuenta con un equipamiento acorde a las necesidades del geriátrico.
La fisioterapia geriátrica, a grandes rasgos, representa un conjunto de ejercicios básicos para la salud de los ancianos. Hay que tener en cuenta que están afectados por los achaques que provoca el envejecimiento, por lo que deben realizar ejercicios de mantenimiento. De esta manera, mitigarán o retrasarán sus síntomas. No en vano, esta labor preventiva supone uno de los principios generales de la fisioterapia geriátrica. No solo hay que hacer ejercicios físicos para paliar lesiones, sino también para evitar que se produzcan.
A grosso modo, la fisioterapia geriátrica conlleva diversos beneficios para los ancianos: rehabilitación de lesiones, reducción del dolor, mejora de la psicomotricidad y el equilibrio, prevención de las caídas, aumento de la flexibilidad, recuperación de la sensibilidad en las articulaciones…
Todas estas mejorías no se consiguen solo mediante ejercicios físicos, sino que el fisioterapeuta trabaja, en coordinación con el resto de personal de la residencia y los familiares, para ofrecer soluciones globales: consejos, tratamientos, etc. Uno de sus objetivos consiste en que el anciano adquiera, progresivamente, una mayor independencia, en términos psicológicos y de movilidad.
Por otra parte, las infraestructuras y los equipamientos con los que cuente el fisioterapeuta van a ser clave para llevar a buen término su labor.
En primer lugar, requiere de un entorno accesible, libre de barreras físicas que incapaciten las rutinas de los pacientes. En este aspecto, son útiles, por ejemplo, los salvaescaleras. Aparte, el mobiliario geriátrico ha de estar totalmente adaptado a las necesidades de las personas mayores. Incluso, el aspecto estético tiene su importancia.
Las camas con carro son esenciales para los internos que están más postrados, pero también hacen falta mesas o sillas funcionales.
Por último, los ejercicios de fisioterapia se llevan a cabo con sofisticadas máquinas, entre las que destacan las siguientes: escalerillas para ejercicios de hombro, autopasivos, flexos, aparatos de tracción, poleas, pronosupinadores, paralelas, escaleras con rampa o mesas de ejercicios para pies y manos.
Renovado recientemente con la aquisición de una camilla hidraulica de tres cuerpos y el cambio de todos los sillones del gimnasio para tener mejores caracteristicas, antivuelco, antiincendio, antimanchas y antideslizamiento. Que se ha podido realizar con la subvención concedida por el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad con cargo al IRPF 2014.