El sueño es la manera que tiene el cuerpo de descansar, revitalizar la mente y estar preparado para afrontar el día. En ocasiones, las personas mayores con dependencia tienen trastornos del sueño que no les permiten llevar a cabo este proceso de descanso obligatorio. Es importante, por otra parte, tener en cuenta que con la edad las necesidades de sueño se reducen ligeramente respecto a los adultos, para no confundir una fase normal del envejecimiento con un problema de salud.
El insomnio es uno de los trastornos más frecuentes en los ancianos. El 40% de las personas mayores de 60 años lo experimentan, así como despertares frecuentes. La falta de sueño en los ancianos provoca muchos problemas de salud, como por ejemplo fatiga, deterioro de la memoria y la concentración, cambios en el estado de ánimo o tensión y dolor de cabeza. Además, también se puede producir un estado de somnolencia durante el día que disminuye la motivación y mengua la energía para realizar cualquier actividad.
¿Cómo podemos prevenir el insomnio en las personas mayores?
Prevenir el insomnio en personas mayores, sobre todo si se ejerce como cuidador, es posible si se conoce qué factores son los que pueden estar causándolo. Por ejemplo, evitar la cafeína, el alcohol y el tabaco es algo muy importante. Por este motivo, en una residencia para mayores este tipo de sustancias están muy controladas.
Además, también pueden prevenir el insomnio los paseos por la calle o el ejercicio en la medida de lo posible. Muchas veces, para personas dependientes y con dificultades de movilidad, la fisioterapia puede ser suficiente para conciliar mejor el sueño por las noches.
Las condiciones en las que se va a dormir también son muy importantes. Para prevenir el insomnio en una persona mayor, la ingesta de alimento por la noche debe ser suave y, además, el dormitorio ser adecuado. Para ello es importante evitar ruidos fuertes cerrando la ventana o evitar luces que perturben el sueño, cerrando siempre persianas o cortinas.
Si todo esto no es suficiente y el insomnio se ha convertido en un problema grave, existen tratamientos y terapias de todo tipo. Por ejemplo, las terapias cognitivo-conductuales y el ejercicio físico pueden ser bastante eficaces; sin embargo, dependen de cada uno de los casos en concreto y no se pueden aplicar a todas las personas por igual.
Los pacientes con Parkinson o Alzheimer o las personas mayores que sufren dolor crónico son mucho más proclives a sufrir insomnio y a despertarse durante la noche. En casos graves, siempre debemos consultar a un médico experto en cada materia, que sepa identificar el problema de raíz y que, además, pueda recetar fármacos en caso de que sean necesarios.
El insomnio puede ser un gran desconocido tanto para las personas mayores que lo sufren como para las personas que los cuidan. Conseguir la pauta adecuada que permita el sueño y no produzca somnolencia diurna puede conseguirse con un tratamiento personalizado como el que dan en la residencia geriátrica San Francisco y San Vicente de Manises (Valencia) donde puede encontrar ayuda en el sector solidario, para obtener información y solución a este problema tan común mejorando así la atención a nuestros mayores.